Recientemente el Gobierno dejó entrever uno de sus ases bajo la manga para la lucha contra la evasión fiscal. Tal vez uno de los proyectos más innovadores y retadores que haya tenido el Gobierno en esta materia. Esto es, la creación de una moneda digital nacional o como se le conoce internacionalmente Central Bank Digital Currency (CBDC).
La CBDC
Las CBDC son una nueva forma de dinero digital (moneda digital). En vez de imprimir dinero, el banco central emite monedas digitales que tienen valor de curso legal en el país. Haga de cuenta como una criptomoneda, pero con el respaldo de un banco central.
Si bien comparten características con las criptomonedas, como el uso de la tecnología blockchain, no son lo mismo. La principal diferencia es que las CBDC son monedas digitales las emite un banco central.
Las CBDC no son algo nuevo. Durante los últimos años algunos bancos centrales del mundo han lanzado proyectos similares. Algunos de estos son el yuan digital chino, el sand dollar de Bahamas, el eNaira de Nigeria y el Petro de Venezuela (casualmente como el presidente de Colombia, pero con otra connotación. Petro por su mayor respaldo, el petróleo).
Se han dado toda clase de debates de política monetaria, fiscal, financiera, lavado de activos, privacidad, entre muchas más. Al fin y al cabo, es “dinero” y estaría presente en gran parte de las relaciones económicas humanas.
¿La CBDC cómo podría contribuir a la lucha contra la evasión?
Se parte de la premisa de que el efectivo es facilitador de evasión de impuestos y lavado de activos. Entonces, cuantos más pagos electrónicos regulados se realicen, más trazabilidad e información tiene el Estado sobre las transacciones y mayor capacidad de fiscalización.
Si analizamos la situación actual, vemos que esta no es la única iniciativa para fomentar los pagos electrónicos con fines fiscales. Por ejemplo, en Colombia existen incentivos fiscales para la bancarización como un descuento tributario del 0.5% de los ingresos recaudados electrónicamente para los contribuyentes del Régimen Simple.
Además de fomentar, castiga a aquellos que no utilizan pagos electrónicos. Por ejemplo, para que los costos, deducciones, pasivos o impuestos descontables durante el año sean aceptados fiscalmente, los pagos en efectivo deben ser máximo el 40% de lo pagado o el 35% de los costos y deducciones.
A pesar de que una CBDC podría ser un buen instrumento para combatir la evasión, podría tener algunos efectos colaterales en materia tributaria.
La brecha digital es uno. Muchas personas en Colombia viven en zonas remotas con nula o mala conexión a internet. No hace falta traer cifras para demostrarlo.
Esto ocasiona que haya un trato diferenciado con las personas que tengan conectividad. Dado que el monto a pagar por impuesto de renta depende en cierto modo de los costos y deducciones. Si no se tienen en cuenta estos conceptos a personas sin acceso a internet o sin competencias digitales, evidentemente existiría un trato diferenciado.
Ver nota original en: El peso colombiano digital.