La UE busca un control más intensivo sobre los criptoactivos

junio 14, 2023

La Junta Europea de Riesgo Sistémico (JERS) ha publicado hoy un informe en el que se describe las implicaciones sistémicas de los mercados de criptoactivos. 

En dicho informe, el organismo europeo subraya que es importante de cara al futuro estrechar el control sobre las criptomonedas a medida que se afianzan los lazos con la banca tradicional y aumenta el riesgo de arrastre ante un hipotético desplome del mercado de los activos digitales.

La JERS se creó en 2010 para supervisar el sistema financiero de la UE y contribuye a la prevención y mitigación del riesgo sistémico. Su junta de gobierno está compuesta por la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde y el vicepresidente de la misma institución, Luis de Guindos. Además de los diferentes gobernadores de los Bancos nacionales centrales y diferentes miembros de otras instituciones europeas.

Una de las conclusiones del informe de la JERS son las turbulencias que afectaron el año pasado a los criptoactivos y a las finanzas descentralizadas. El impacto que esto ha tenido en el sistema financiero ha sido limitado debido a que este mercado todavía tiene pocas interconexiones con el sector financiero tradicional y la economía real.

Sin embargo, el organismo supervisor europeo advierte: “dado el crecimiento exponencial y la volatilidad elevada de los criptoactivos, estos deben ser objeto de un seguimiento estrecho porque pueden llegar a plantear riesgos sistémicos”.

La industria de los criptoactivos superó los 2,5 billones de euros en el punto álgido de su valoración en 2021. Según la JERS, todavía hoy “la opacidad de los mercados relacionados” también se traduce en una gran volatilidad de sus precios.

En concreto, la institución subraya que los riesgos podrían materializarse si las interconexiones con el sistema financiero tradicional aumentan con el tiempo. Si las nuevas interconexiones no se identifican rápidamente o si innovaciones similares se adoptan también de forma generalizada en las finanzas tradicionales.

El fenómeno “criptoinvierno”

En los últimos años, la industria de las criptomonedas sufrió 4 grandes crisis (criptoinviernos) y cada una de ellas fue más fuerte que la anterior. La primera fue en 2011 y la última apenas hace unos meses.

Como publicó Business Insider España, el interés de la banca tradicional por el mundo cripto y estos nuevos activos digitales ha aumentado exponencialmente. 

Algunos ejemplos de estas interconexiones se empiezan a ver en los neobancos y sus acuerdos con los exchanges de criptomonedas. Bitpanda, una plataforma de inversión digital, ha firmado recientemente alianzas con empresas como Visa o el banco alemán N26. Revolut, el neobanco británico, cuenta con licencia para operar con criptoacitvos. 

En España, el Banco Santander, aunque no comparte su estrategia ni posición en lo que se refiere a esta nueva tecnología, aseguraban a Business Insider España que la tecnología blockchain —crucial en el universo de los activos digitales— “el capital podría utilizarse de forma más eficiente y la liquidación de las transacciones podría agilizarse” y la entidad española, según apuntó, piensa estar presente en esa batalla.

Otra entidad centenaria como el BBVA tiene una posición más transparente en esta cuestión. Aseguraba en ese mismo reportaje para este medio que “a pesar de la caída, muchas grandes compañías del sector financiero han mostrado un interés creciente en el mundo de los activos digitales”. 

Akash Daryanani, especialista en Activos Digitales de BBVA, compartía con Business Insider España los ejemplos de BlackRock, que comenzó a ofrecer trading y custodia de cripto a sus clientes en agosto, el Bank of New York Mellon, el banco con más activos bajo custodia del mundo, que lanzó en octubre del año pasado su solución de custodia de criptomonedas y Fidelity que también ha lanzado custodia y trading tanto para clientes institucionales como minoristas.

Ver nota original en: La UE pide estrechar el control sobre las criptomonedas para evitar que, en caso de desplome, arrastren al sistema financiero.