El Gobierno de Ecuador se ha visto en la “extraña posición de inaugurar” la lucha contra una amenaza que permaneció oculta, el crimen transnacional. Eso afirmó el presidente de la nación en su discurso en el debate de alto nivel de la Asamblea General.
El riesgo al que Guillermo Lasso se refirió lo forman “oscuros actores que en lugar de ser combatidos fueron silenciosamente acomodados con la esperanza de que nadie los detectara”; añadió que su país “está empeñado en una lucha frontal, y por ello inédita, contra el tráfico de estupefacientes”.
El mandatario ecuatoriano afirmó, citando el último informe mundial sobre las drogas lanzado este año; su país es la tercera nación del mundo con más cocaína incautada.
Lasso señaló que Ecuador aumentó “como nunca” las actividades para conseguir el máximo de incautaciones de narcóticos y desarticular las bandas transnacionales que los transportan.
“Sabemos que no somos los únicos que combatimos este monstruo, que dicho sea de paso no tiene un solo rostro sino varios; como la trata de personas, el lavado de activos, el tráfico ilegal de armas e incluso la minería ilegal”; detalló y cifró entre 1,6 y 2,2 trillones de dólares las cifras que el mueve el crimen transnacional en un año. Unas cifras que suponen “decenas de veces” el total de la economía de Ecuador.
La delincuencia transnacional va más allá del impacto económico
Sin embargo, calificó como una equivocación el cuantificar las consecuencias del crimen transnacional solamente en términos económicos. Además, dijo que hay que medirlas también “en las pérdidas irreparables, en las vidas arrebatadas, en los sueños truncados, en el grito desgarrados de las familias, pero también en el temeroso silencio que impone en algunas comunidades”.
A modo de ejemplo, citó el reciente asesinato de un fiscal en pleno centro de Guayaquil, que fue “cobardemente acribillado por sicarios del crimen organizado”.
“Se trataba de un funcionario entre cuyas investigaciones se encontraban grandes casos que involucran a mafias transnacionales. Este asesinato no significa solamente que el Ecuador pierde a un servidor de la ley, o que sus hijos crecerán sin padre, su asesinato nos deja una enseñanza adicional: que el crimen transnacional requiere de una solución transnacional”.
En consecuencia, apuntó dos posibilidades; sufrir por separado a un enemigo que actúa de forma coordinada dentro de varios países burlándose de las leyes o unirse para derrotarlos.
“El Ecuador, ya no solo con incautaciones récord sino con el sacrificio de sus servidores, está demostrando que merece dicha ayuda, dicho apoyo internacional, (…) y además una ayuda para fortalecer las instituciones donde están estos servidores”, solicitó.
Por último, agradeció el “abrumador apoyo” por la elección de su país como miembro no permanente del Consejo de Seguridad para el periodo 2023-24.
“Nuestra participación se dará en un contexto en el que la humanidad atraviesa una etapa de incertidumbre y retos excepcionales, peo siempre conserven la seguridad de que, como hemos hecho durante todo este tiempo, Ecuador estará ahí cumpliendo su deber con el mundo”, detalló.
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