En lo que va del año y hasta mediados de septiembre, las tres ciudades registraron más de 1000 muertes violentas, reportó el diario ecuatoriano Primicias. El crimen organizado en Ecuador está siendo un problema que alarma a casi toda la sociedad, desde políticos hasta ciudadanos.
Entre el 16 y el 17 de septiembre, las ciudades de Guayaquil, Durán y Samborondón, en la provincia de Guayas, Ecuador, registraron 10 asesinatos. Asimismo, el 19 de septiembre, el fiscal Édgar Escobar, de la Unidad de Personas y Garantías de Guayaquil, “fue baleado (…) frente al edificio La Merced de la Fiscalía”, indicó la Fiscalía General del Estado en su cuenta de Twitter. Dos sospechosos del asesinato de Escobar fueron detenidos.
Ante tanta violencia, el 13 de septiembre, Guillermo Lasso decidió prorrogar el estado de excepción en estas ciudades por 30 días más. La medida se tomó inicialmente el 14 de agosto, cuando una explosión al suroeste de Guayaquil, dejó cinco fallecidos y 17 heridos. El hecho fue calificado como acto terrorista por las autoridades ecuatorianas.
“Es necesaria la renovación del estado de excepción de modo que se permita la continuidad de los esfuerzos orientados a la pacificación. Además, control de las zonas territoriales donde los grupos de delincuencia organizada han fortalecido sus actividades ilegales”; precisa el texto del decreto ejecutivo donde se confirma la extensión de la medida.
“No permitiremos que el crimen organizado pretenda manejar al país”. Esto dijo Lasso en agosto al anunciar la medida en su cuenta de Twitter. En este sentido, continúa vigente la movilización de efectivos de las Fuerzas Armadas y de la Fuerza de Tarea Conjunta de Guayas conformada para combatir al narcotráfico y el crimen organizado.
El gran tranajo de las Fuerzas Armadas
Si bien la violencia parece descontrolada, la Fuerza de Tarea Conjunta de Guayas ha dado golpes duros a los grupos delictivos. Su trabajo “ha sido productivo”, dijo la Secretaría General de Comunicación de la Presidencia en un comunicado del 14 de septiembre. Entre sus logros, la Fuerza destacó la desarticulación de una organización delictiva que se dedicaba a cometer robos, asaltos y secuestros extorsivos. Así como el decomiso de más de 220 armas de fuego y 900 armas blancas desde el inicio del estado de excepción, indicó el comunicado.
Por su parte, la Secretaría Nacional de Seguridad Pública y del Estado aseguró que la extensión es idónea ya que tras la puesta en vigor de la medida se han contenido los indicadores de violencia en esta zona. En consecuencia, disminuyeron los actos criminales como el robo a vehículos, el robo de bienes y el robo a personas, entre otros.
“Por ejemplo se registró el decremento del 44 por ciento de eventos delincuenciales dentro de los indicadores de la Policía Nacional, con territorios que reflejan una disminución considerable de delitos. Mientras que, en temas de violencia, el impacto es contundente en Samborondón”, dijo el representante de la Dirección de Seguridad Ciudadana y Orden Público, Dorian Balladares.
En los sectores más problemáticos, precisó el comunicado de la Secretaría General de Comunicación de la Presidencia, con la renovación del estado de excepción, se direccionarán estrategias para mantener el combate frontal contra la delincuencia y el crimen organizado.
“Desde todos los frentes se unen esfuerzos para combatir al hampa. No daremos tregua a grupos delictivos y continuaremos fortaleciendo el trabajo desde las fuerzas del orden”, declaró el gobernador del Guayas, Lorenzo Calvas.
Ver nota original en: Ecuador declara guerra al crimen organizado durante estado de excepción.