Han pasado 13 años desde el nacimiento del primer bloque de Bitcoin. Desde ese momento, la adopción y la vocación de permanencia de los activos digitales es una realidad, más que una lejana promesa sobre el futuro del dinero. Actualmente, se estima que el 10,2 % de la población mundial posee activos digitales. Una gran cantidad de las personas que, atraídas por el aumento de los precios, ingresaron al espacio en 2020 y 2021, se han mantenido en esta clase de activos a pesar de las caídas, mostrando optimismo acerca de la recuperación del mercado.
Por otro lado, egún The Chainalysis 2022 Geography of Cryptocurrency Report, América Latina es el séptimo mercado de criptomonedas más grande del mundo. Entre julio de 2021 y junio de 2022, sus ciudadanos adquirieron unos u$s562.000 millones en criptomonedas. Esto representa un crecimiento del 40 % sobre el total del año anterior. América Latina también alberga a cinco de los treinta principales países del índice cripto de este año:
- Brasil (7)
- Argentina (13)
- Colombia (15)
- Ecuador (18)
- México (28)
En los últimos años, los activos digitales han pasado de ser productos de nicho en busca de casos de uso, a una opción convencional para inversiones, posibles instrumentos de pago y remesas, lo que, como es natural, ha despertado el interés y la atención de los reguladores.
¿Por qué es importante la regulación de la industria?
La certeza regulatoria crea un espacio seguro para la innovación; impulsa la confianza del consumidor y promueve el mercado con mayor claridad e impacto. En Binance, creemos que la mejor forma de proteger al usuario es a través de la regulación.
La prohibición solo lleva a los usuarios a operar en la sombra, bajo su propio riesgo. En cambio, la protección del usuario y la integridad del mercado mejoran cuando legisladores y reguladores amplían el alcance de las actividades permitidas.
Asimismo, la creación de nuevas leyes y regulaciones, junto con el sector privado, es clave para cuidar a los consumidores y crear un sistema financiero global más sólido y resistente.
¿Cómo sería una regulación adecuada para los países de Iberoamérica?
El FMI recomienda una respuesta regulatoria global a los activos digitales, coordinada, consistente e integral. Sostiene, además, que esto “pondrá orden en los mercados, ayudará a infundir confianza al consumidor, establecerá los límites de lo que es permisible y brindará un espacio seguro para que la innovación útil continúe”.
El Foro Económico Mundial también ha pedido marcos a medida de las criptomonedas, que aborden cuestiones como la estabilidad financiera y la prevención del delito, sobre la base de estudios de impacto macroeconómico.
Binance da la bienvenida a las regulaciones consistentes a nivel mundial, acordes con los riesgos, que permiten y promueven la innovación responsable, mientras protegen a los usuarios y brindan a los consumidores la opción de elegir los productos financieros que mejor respondan a sus necesidades únicas.
¿Cuáles serían los principios de una regulación de activos digitales para la región?
- Maximizar la protección del usuario y eliminar con éxito a los malos actores
- Favorecer tecnologías más simples que brinden soluciones tangibles a las necesidades más apremiantes de los consumidores del mercado local
- Proporcionar claridad y evitar la duplicación o el conflicto con otras regulaciones, en especial, la financiera
- Adoptar un enfoque proporcionado y basado en el riesgo, a medida que la industria y la tecnología continúan madurando
- Crear un campo de juego nivelado para permitir la innovación que cambie el mundo y las realidades de los ciudadanos
Ver nota original en: La nueva era de los activos digitales en Iberoamérica: el momento de la regulación.