Un reciente estudio de Chainalysis reveló cuánto dinero se robó en criptomonedas debido a las estafas. Según el informe, Argentina es uno de los países más vulnerable a las estafas cripto.
Dentro de la industria de las criptomonedas uno de los mayores problemas son las estafas. Se estima que entre 2017 y 2021, alrededor de 26 mil millones de dólares en criptomonedas fueron robados.
En ese contexto, el 2022 no fue la excepción. Según un informe de Chainalysis, se robaron alrededor de u$s 3.5 mil millones en criptomonedas. “La transferencia promedio de las víctimas a un monedero fraudulento es de poco más de 1.000 dólares”, indican desde la empresa. Y agregan: “Esto nos dice dos cosas. Incluso teniendo en cuenta que algunas personas caen en estafas varias veces, el fraude con criptomonedas está afectando a millones de víctimas. Además, la mayoría de esas víctimas son probablemente personas comunes que han invertido un poco de dinero en cripto”.
Para respaldar esto solo hace falta realizar una rápida búsqueda de noticias relacionadas. Así, se puede ver que durante el 2022 se llegaron a robar desde varios miles de dólares a estudiantes universitarios.
Argentina y las estafas cripto
Este tipo de situaciones también se registran en países emergentes, donde la adopción cripto es más elevada en comparación a naciones norteamericanas o europeas. Sin ir más lejos, a principios del 2022 estallaron escándalos como los de Generación Zoe y Coinx. Estas dos empresas que decían realizar inversiones en estos activos digitales pero que terminaron sospechadas, e incluso con sus líderes detenidos, por posibles estafas.
“Estas estafas se aprovechan de un mercado no regulado y se benefician de los exchanges de criptomonedas más pequeños o nuevos que no utilizan los controles ALD adecuados en el blockchain. Ven a estas nuevas empresas como objetivos principales para blanquear dinero”, destaca Dan Cartolin, Ejecutivo de Cuentas para Norte y Latinoamérica en Chainalysis.
Las criptomonedas están en vías de adopción generalizada, gracias a la aparición de nuevos casos de uso en la web3 y a los esfuerzos en curso para regular esta clase de activos. Sin embargo, una mayor adopción de criptomonedas también implica un aumento en la delincuencia relacionada con ellas. El mover miles de millones de dólares hacia una nueva clase de activos atrae a delincuentes, estafadores y actores malintencionados .
Existe la idea errónea de que la lucha contra los delitos relacionados con criptomonedas es competencia exclusiva de los grandes organismos nacionales encargados de la aplicación de la ley o de las unidades de ciberdelincuencia de élite. Si bien esto puede ser cierto en casos con implicaciones para la seguridad nacional, como el ataque de ransomware (secuestro de datos) a Colonial Pipeline en Estados Unidos o como advirtió la ONU hace unos meses, cuando grupos del crimen organizado utilizan criptomonedas para lavar dinero –como podría ocurrir en México o Argentina– esa perspectiva pasa por alto un hecho importante: los delitos basados en criptoactivos afectan a comunidades grandes y pequeñas de todo el mundo, y las agencias locales pueden tomar medidas inmediatas con las herramientas y la formación adecuadas.
Ver nota original en: Estafas cripto: la impactante cifra que perdieron los inversores en 2022.